Puppy Tales

¡Aquí puede aparecer tu historia!

Abriremos un espacio para que puedas publicar una historia. Cuéntanos tu historia de rescate, adopción, de aventuras o divertida de alguno de tus compañeros no humanos puede ser perro, gato, reptil, ave o lo que quieras.

Todas las historias las compartiremos en nuestra página de FB y la que obtenga más likes un día previo a la quincena será la elegida. 
Escríbenos a mzitrog@k9retif.com, solo mandamos tu historia y una foto de al menos 800 x 800 pixeles.

La primera historia aparecerá el 30 de julio de 2020.

Agosto 2020

Nina y Sarah

La Historia de Nina.

Esta es la historia de cuando conocí a Nina, mi perrita. Un día entre semana mi mamá y yo fuimos a la dulcería, en el camino de vuelta a casa vimos a una perrita chiquitita, nos bajamos del coche y tratamos de atraparla, nos puso a dar de vueltas en el carro y a correr hasta que, al fin, la pudimos capturar. Cuando llegamos a casa nos dimos cuenta que tenía la piel muy irritada y con manchas negras alrededor del cuello y la veterinaria nos dijo que era alergia a pulgas y que seguramente la tenían mucho tiempo amarrada, nos dijo lo bueno que había sido que la halláramos porque se notaba que vivía totalmente descuidada y seguro la querían para tener crías porque era una Chihuahua muy bonita de unos 10 meses. Ella se volvió una compañera fiel, secuestradora de calcetines y escapista tipo Houdini. Se convirtió en parte de nuestra familia y fue muy unida a nuestra otra perrita, Freya, a quien veía como su cama de dormir y como su mamá, creo. Cuando Freya murió, Nina estuvo muy triste y en unos meses, ella también se fue al arcoiris.

Con Nina compartí los mejores años de mi vida, apenas tengo 10, pero viví 6 años de mucho amor a su lado .

Nina, te extraño.

Sarah Ortiz García

La historia de Michelle y Leonardo

Era una noche fría de invierno, mis tíos habían venido a nuestra casa y estábamos dispuestos a salir a un observatorio cuando mi abuelo llamó diciendo que había encontrado a una bebé lastimada en la calle. En ese instante me preguntaba cómo sería y si se quedaría con nosotros, por lo cual esperamos a que él llegara, era una perrita color negro y muy pequeñita, le puse Michelle por que era mi canción favorita. El veterinario nos dijo que tenía dos meses aproximadamente, era hermosa, sin embargo también tenía parásitos, pulgas, lagañas y una patita rota, ella necesitaba mucha atención y afecto. Esa noche no pudimos salir y nos quedamos para cuidarla. La primera noche no dormimos, se quedó en nuestra cama, de ahí en adelante cuando estuvo un poco mejor durmió en una camita con un perro al cual estábamos cuidando. Unos días después la bañamos con cuidado, y la llevamos a desparasitar, le empezamos a dar comida con una pastilla de colágeno para que se mejorara más rápido, la llevaron a esterilizar; después, para que no se anduviera rascando le pusimos una playera y me robó mi pijama. Ha sido un largo camino de mimos, cuidados y sobre todo mordeduras: como la vez que destruyó la cocina. Michelle me ha brindado una gran satisfacción al tener su afecto estos siete años. Cuando murió mi abuelo me hizo tanta compañía que empecé a sentir que ella sabía por lo que estaba pasando y siempre estaría allí para protegerme, siempre que veo sus hermosos ojos pienso en él. ella tenía un gran afecto por otro perrito llamado Bofi al cual veía como si fuese de su propiedad y le hacía mucha compañía, aprendió de él varias cosas, tanto buenas como malas, como ser cariñosa y obediente, pero también a hacerse popó en su cuarto y esconder su comida, cuando Bofi murió necesito de la compañía de su familia y de su hermano menor, un perrito llamado Dobby. y a pesar de ser muy celosa es una perrita consentida y hermosa, alegre y muy amorosa, le encanta caminar y correr, saltar, dormir patas arriba y fingir ser un oso de vez en cuando, sigue teniendo reumas cuando hace mucho frío y le tiene mucho miedo a los cuetes, y siempre que me siento triste se que está ahí para apoyarme.